En términos amplios, las injusticias y los contextos deteriorados de nuestras «existencias» no se traducen necesariamente en sinónimos vivibles de angustia, tristeza o desolación. Una contradicción silogística si se quiere argumentar. La miseria produce miseria: sí y no. La miseria se reproduce, claro, pero la capacidad evolutiva de las especies se sintetiza en el poder de adaptación. Como especies poseemos la capacidad ineludible de adaptarnos a nuestro entorno, de hacerlo nuestro. El éxito de cualquier especie radica en la conquista de su espacio. Sea cuál sea. Es más especie la que mejor se adapta. La que sobrevive. Por ahí, en
Hoy desperté con la premonición ridícula (pero casi siempre certera) de que al final del día estaré enfermo. Me pasa esto de que siempre sé (con anticipo) cuando mi cuerpo cobrará factura de los excesos. No es queja, es mera acotación. En realidad nunca me ha molestado el cuerpo cortado, el dolor de cabeza, y el moco caudaloso. Lo que me puede molestar es NO poder fumar. Realmente me enerva el humor no poder fumar. Me deshace el día entero. En fin, espero estar equivocado, y no sea más que un presagio mal-fundado. He andado tarareando los mismos días últimamente.
Acá el manual hedonista de cabecera para sobrevivir en el mundo: 1.- Los mandamientos charolastras son de maricones. Ver anexo: 1.-No hay honor más grande que ser un charolastra. Hay por lo menos 20 mil. 2.-Cada cual puede hacer de su culo un papalote. Por eso les pasó lo que les pasó al final de la película. 3.-Pop mata poesía. Peda mata poesía. 4.-Un ‘toque’ al día… la llave de la alegría. Una mujer al día… la llave de la alegría. 5.-No te tirarás a la vieja de otro charolastra. No te tirarás a la vieja con enfermedad venérea, las demás son opción. 6.-Puto el que le